COLABORACIÓN: DANIELA VILLARREAL Y MICHELLE SITTON

26 de mayo al 18 de junio 

  galeria ARDEARTE, San Pedro Garza Garcia, Monterrey. 

curaduria por Matias Bahena 

Texto por Amanda Cantú

PiedrAcuosa

 

 

 

Existe un placer ineludible cuando poseemos la mirada oculta que penetra y recorre, a la distancia, los contornos bellos y exquisitos de otro ser. Desde la mirada voyeur y deseosa, que se refugia tras unos binoculares en una ventana de esta ciudad, nace una complicidad epistolar cuasi erótica entre dos mujeres, dos artistas, entregadas al mutuo embelesamiento de descubrirse la una a la otra. A través de los recovecos de sus hallazgos sobre naturalezas que se despiertan para cobrar vida y cuerpo de mujer, surge una crónica de confidencias en forma de reflexiones espontáneas y exploraciones líricas que son transformadas en imágenes que pasean entre un vaivén de misivas viajando de una ciudad a otra. A primera vista, parecería que son ellas, Daniela y Michelle, dos fuerzas femeninas mirando, con goce abrupto, la voluptuosidad de curvas, pliegues y texturas que nos ofrecen las montañas, las flores, los senos y las vulvas; pero me detengo a cuestionar mis primeras impresiones… y de pronto surge, como borbotón de agua, el pensamiento de que en realidad, estas gigantas, diosas monumentales de piedra y piel; tersas y duras a la vez, son verdaderamente quienes las miran a ellas, satisfechas y embriagadas por la ofrenda que les rinden sus gestos sensuales, ofrendas con olor a leche, a especies y sabor a miel. Gestos pulposos que adoptan forma de fotografía y figura que se inciden y entrelazan como cuerpos encaramados, sin inicio ni fin. Cual sacerdotisas griegas, una rendición absoluta, un culto como si se tratase de Hera, Atenea, Afrodita o Hebe… Esta exhibición nos ofrece un templo, para deleitarnos y rendir a su vez tributo a la violencia erótica, dolorosa y deliciosa, de ser mujer, de ser sangre, de ser leche, de ser piedra y de ser agua. 

 

 


 

Amanda Cantú D’ León